Por:
Nereyda Lacera.
Médica sexóloga.
Desde hace siglos, el sexo se ha concebido como algo sucio, misterioso o morboso. Esta concepción, por cierto equivocada, no ha sido gratuita. Bien sea por razones religiosas, morales, culturales y hasta políticas, nos han vendido la idea que es indecente hablar de sexualidad, salvo en el consultorio médico o debajo de las sábanas; aunque confieso que las parejas hablan muy poco de su vida sexual.
Si bien la sexualidad forma parte de nuestra personalidad y es un elemento básico de la vida de las personas, los mitos o mentiras disfrazan la esencia sexuada que todos tenemos desde que nacemos. En consecuencia, aparecen las disfunciones sexuales, educamos a los niños con información errónea y nos llenamos de miedos e inseguridades que afectan nuestra forma de pensar, sentir y actuar, frente al tema.
Revisemos cuatro mitos que pueden afectar la vida sexual:
MITO: El tamaño del órgano reproductor masculino está directamente relacionado con el disfrute pleno en la cama.
Falso: El tamaño promedio del órgano de un hombre adulto está entre 10-18 cm, en estado de erección, y, curiosamente, la naturaleza del órgano reproductor femenino se encarga de “acomodarse” al órgano viril en el momento del coito, de manera que ambos disfruten el momento. Además, el punto G de las mujeres, está localizado a 3 cm de la entrada.
MITO: La primera relación sexual de la mujer tiene que doler.
Falso: Como muchas mujeres se creen esta mentira, entonces se condicionan y seguramente les duele. Si hay un ambiente adecuado y ambos se entregan sin afanes ni presiones, seguramente no dolerá la primera relación sexual.
MITO: Si “me vengo” por fuera, no hay peligro de embarazo.
Falso: Tengo malas noticias si eres de los que planifica con el coito interrumpido. Los adolescentes lo utilizan mucho, pero los jóvenes y los adultos también se confían en este ineficaz método anticonceptivo.
¿Por qué no es seguro? Resulta que la lubricación del hombre puede contener espermatozoides que embarazan aún sin haber penetración… ¡Así como lo lees! Incluso, con el roce íntimo de los genitales, ya hay riesgo de embarazo o de infecciones de transmisión sexual. Ahora que lo sabes, asegúrate de usar protección.
MITO: Los juguetes sexuales reemplazan a un mal amante.
Falso: Los vibradores, dildos, anillos y diferentes juguetes eróticos, no reemplazan de ninguna manera a la pareja. Este temor lo comparten por igual hombres y mujeres que creen que los juguetes son para las personas solitarias.
Compartir un juguetico sexual, reírse juntos al probar nuevas sensaciones, salir de la monotonía o incluso, identificar nuevas zonas erógenas, son parte de la fascinante experiencia que trae el mercado erótico. Pierde los miedos y pruébalos que seguro te gustarán.
Nereyda Lacera
Médica Sexóloga
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